
Joel – Sólidamente imposible.
Mario – Tampoco tanto.
Joel – Podes querer reproducir como te trataban cuando eras chico pero no las cosas que el pibe va a vivir fuera de su casa. Es imposible recrear tu propia niñez.
Mario – Bueno, hay una parte que uno no controla, pero podes enseñarle a hacer las cosas que te enseñaron a hacer de chico.
Joel – Bueno ahí podes tener a alguien con habilidades como las tuyas, no te asegura que vaya a tener tus mismas opiniones o visión de la vida, o ni siquiera que vaya a hacer con esas habilidades lo mismo que vos. Puede cruzarse situaciones muy distintas a las que viviste vos y encontrar otras maneras de usar lo que le enseñaste a hacer. Y puede que le vaya bien como que no, haciendo eso, ponéle que, no se, tu viejo es carpintero y le fue bien haciendo mesas, pero vos te das cuenta que la gente necesita varias sillas por cada mesa entonces preferís hacer solo sillas. Pero no te termina yendo bien, porque la mayoría de la gente compra sillas de metal. Entonces empezas a hacer sillas usando metal y madera, y te llenas de plata, a vos te fue bien con lo que tu viejo te enseño, pero ya no sos solo carpintero, usas metal ahora.
Mario – Bueno, entonces podes darle las oportunidades que tuviste vos.
Joel – Yo diría capacidades, las posibilidades se las podes dar hasta cierto punto, el entorno también da o saca posibilidades.
Mario – Entonces tenés que buscar un entorno que le de las posibilidades que vos tuviste.
Joel – O cambiar tu entorno para que se las de.
Larrea – Ahí tenés un lindo lio. ¿Cómo alterarías el entorno para eso?
Joel – Y se me ocurre con política, si vos querés que tu hijo no se, tenga oportunidades laborales como las que tuviste vos hace pasar leyes que incentiven los tipos de producción que te dieron esas oportunidades laborales.
Larrea – Es una forma, pero para eso tendrías que crear una campaña política basada en la crianza de tus hijos. No es fácil llegar al podes con un ideal justificado en eso.
Joel – No bueno, tenés que buscar razones para justificar la campaña, la política no funciona anunciando todos tus objetivos. En todo caso anuncia objetivos que sean comunes a la población y concuerden con tus intereses.
Mario – Entonces no podes creerle nada a ningún político.
Joel – Y bueno, no digo que todos mientan, pero yo antes de creer o descreer analizaría bien que están queriendo hacer, y de ahí sacar un porque, no al revés.
Larrea – Es un buen análisis el inverso. Pero sigamos con el tema que veníamos, el de política para la crianza. Supongamos que logras llegar a algún puesto de poder en el área donde vivís e incentivas la producción de muebles de madera para que tu hijo sea carpintero, siguiendo con el ejemplo de antes, podes subvencionar aserraderos para que la madera sea mas barata, y subirle algún impuesto a los muebles de otros materiales. Acá veo dos problemas. Primero, suponiendo que tu hijo se meta en la carpintería de sillas, va a poder hacer sillas de madera lo más cómodo, pero cuando use metal como decís y le vaya bien va a ganar menos que antes en proporción gasto-ganancia, porque paga impuestos por muebles que no son de madera. Segundo, al dedicarte a otra profesión como es la política para que tu hijo pueda ser carpintero corres el riesgo de que tu hijo elija seguir tus pasos en el campo político y se acabo el linaje carpintero.
Mario – Oséa que tenés grandes chances de que te salga para atrás. Entonces es mejor quedarte ejerciendo tu profesión y pasársela a tu hijo enseñándole en tu casa directamente.
Joel – Si pero ahí tenés un control bastante limitado sobre como lo forma el mundo, casi nulo. Podes elegir a que colegio mandarlo, que ya de entrada no va a ser igual que tu colegio por el simple hecho de que paso tiempo.
Mario - Y podes elegir en el rango que te lo permita la plata que ganes, porque podes mandarlo a un colegio privado si te da el bolsillo, sino elegí entre los estatales.
Larrea – ¿Entonces? ¿Es posible criar a tu hijo para que salga parecido a vos?
Mario – Y no mucho parecería, algún parecido va a tener mas allá de lo físico porque convive con y aprende de sus padres y tal ves hermanos durante su infancia. Pero en un momento empieza a ser afectado por lo de afuera y ahí no tenés control alguno.
Joel – No bueno tal ves no controles que cosas vive, pero podes conversar con tu hijo las experiencias que tiene y aportarle tu punto de vista, no digo que lo vaya a adoptar pero puede que asimile algo de lo que le digas.
Mario – Si pero convengamos también que los pibes quieren hacer la suya, uno no esta siempre hablando con sus padres las cosas que vive. De hecho ningún padre debe saber todo lo que hace su hijo desde ponéle, la pre-adolescencia, uno hace cosas con sus amigos que quedan entre los amigos, si te levantas una minita no le vas a ir a contar a tu viejo che mira le dije esto y lo otro y aflojó la wacha. Y no esta mal que sea así, es hacer tu vida, buscarte un lugar en el mundo, ver que cosas podes hacer.
Joel – Es verdad, es normal que uno haga su vida en sociedad desde pequeño, pero si vos tenés un hijo. ¿No querés saber que cosas vive y como las procesa? A mi creo que me daría intriga, mas allá de que hay cosas que vivimos todos y el simple hecho de ya haberlo vivido puede hacer que tengas un saber sobre esa situación y se la pases a tu hijo para que este preparado cuando le llegue, no se, desde jugar lo mas boludo, jugar a la bolita en el recreo, tener que hacer la tarea un sábado que lo ultimo que tenés ganas es de hacer la tarea. Cosas que seguro le van a pasar, porque es normal que no tengas ganas de hacer la tarea un sábado, pero si eso te pasa siempre jamás vas a tener un sábado productivo, o la vas a pasar mal todos los sábados hasta que termines el colegio. Como padre le podes hablar del tema, ver como lo lleva, no se decirle que es mejor hacerla el sábado para tener el domingo libre, lo que sea, pero podes darle una visión más grande sobre un tema que es común y corriente. Me suena que ahí tenés más chance de que salga parecido a vos, hablando cosas triviales, teniendo una relación amistosa y hasta de debate si querés. Si no terminas con la misma imagen de siempre, de papa y mama allá arriba y los hijos abajo, no digo que este mal que los padres pongan las reglas de su hogar, pero tratar a tus hijos como personas mas que como eslabones de tu escalafón sanguíneo me parece mil veces mas productivo. Me suena que tenés más chances de que no te pase lo que le pasa al noventa porciento de la gente que conozco, que desde los trece o catorce años en adelante se distancian los padres de los hijos zarpadamente.
Mario - Ojo, esa distancia que decís puede servirte si querés que tu hijo haga su vida, ajena a la tuya, evitar tenerlo viviendo en tu casa a los treinta.