domingo, 11 de octubre de 2009

Maftasan, cap 1




Se termina el sueño, es hora de despertar, ya son las 7. Joel despierta comenzando su usual sudoración, el dolor comienza en la base de su cráneo. Desciende a la base de la columna vertebral como un tranvía de agujas y ardiente carbón, lanzando pequeñas puntadas por cada costilla que rebasa, convergiendo en el esternón, 24 dagas en el pecho en 60 minutos. Los órganos se estremecen como si tuvieran turno. Entre pequeñas convulsiones, algo de secreciones, se pasa la hora habitual. De un segundo a otro llegaron las 8 de la mañana. Todo vuelve a la acostumbrada calma del pueblo de Maftasan.
El panadero, quien solía despertar aun antes de las 7, abría su tienda a los primeros transeúntes, a los callejeros. Aquellos hombres que han perdido la fuerza necesaria para sobrellevar una tortura diaria. Dedicados solamente a deambular balbuceando silabas en lenguas muertas para el mundo, recibiendo alimentos de algún que otro piadoso conocido de la antigua escuela, que enuncia seguidamente: “Es una lastima que Jorge se haya dejado llevar por una hora diaria, a una vida de negar la realidad así... Se olvida que sin esa hora el sol deja de salir en un par de días, y después fue.... todo”.
Desde la ventana de Joel se divisa medio poblado y cuarta parte aun permanecía en la sombra. Sentado en su cama observa por su ventana en dirección noreste, mientras la luz del amanecer va alcanzando lentamente su ventana. Nunca la recibirá en su rostro, no en su cama al menos, tan solo un rincón es iluminado diariamente. Cuando se ilumina la cruz de la iglesia boriana Joel deja su habitación, una media hora después de terminado el rito.
Al reunirse con su familia para desayunar, su madre en tono de preocupación se dirige a Joel.
Dora - Ay nene ¿Porque tardas tanto en bajar a la mesa? Las tostadas ya están casi frías, y tu hermano ya se fue a su entrenamiento. Que suerte que le haya tocado el turno tarde. Si tuviera que ir de noche posiblemente terminaría como todos esos locos que andan por la calle todos sucios. ¿Vos no será por eso que tardas no? Mira que no voy a permitir que ningún hijo mío termine así.
Joel - Tranquila má, me quedo descansando, sabes que me cansa un poco esto de despertarme sudando y con dolores.
Dora - Si nene ya se, vos no te preocupes come tranquilo y después salí para el colegio que vas a llegar tarde.
Joel sabia que el tono de preocupación de su madre no era nada para alarmarse, casi siempre hablaba así, en especial con sus familia y amigos. Seria su forma de demostrar su afecto hacia su gente querida, pensaba el. Su padre Javier, por otro lado, todas las mañanas se embutía en su diario y su café hasta las 9:30 cuando salía corriendo a trabajar mascullando quejidos sobre como siempre se le hacia tarde. “¿Porque no me dijiste que ya era tarde Dorita?" No puedo estar corriendo así todos los días.” Decía, aunque Dora, que conocía el funcionamiento matutino de su marido, ya contaba con los relojes apropiadamente adelantados 10 minutos. Ella no podía permitir que su marido llegara tarde a trabajar por su propia pasión por las noticias, o eso pensaba. Así salía por la puerta a los tumbos poniéndose el saco seguido por Joel que a esa hora saldría hacia el colegio tras pasar a buscar a su vecino Mario, quien se encontraba hoy esperándolo en la puerta de su casa. Algo poco común.
Mario - Vamos rápido y silbando bajo. Pasó algo, apúrate dale.
Joel sin cuestionar las palabras de Mario se despide de su padre y salió a la carrera de su compañero.
Joel - ¿Que paso?
Mario - Es Fernando, dice que deja el pueblo.
Joel - ¿Como? ¿No entiende ese pibe? De esto no se escapa.
Mario - Si bueno, pero no todos lo aceptan tan fácil Joel.
Joel - Se… Además con los padres que le tocaron no es una gran sorpresa.
Mario - Supongo que eso es otra cosa de lo que no se escapa
Joel - ¿Eso que?
Mario - La herencia familiar, el linaje
Joel - ¿Ósea que vas a ser diariero vos? ¿O trabajar en un salón de belleza? Jajajaja
Mario - No seas bobo, aunque no seria de sorprenderse que termine haciéndome cargo del puesto de diarios, ya algunas veces hice el recorrido de entrega de las 8:20, cuando el viejo estaba enfermo.
Joel - Cierto, entonces supongo que terminare siendo carpintero como mi viejo.
Mario - Y… cierta facilidad tenés para esas cosas.
Joel - Se, che ahí esta, mira ya tiene la mochila puesta. ¡¡¡FERNANDO!!!
Fernando, siempre fue alto, dicen que pego el estirón porque la vida se lo requería. Con su padre fugado del pueblo y su madre deambulando por las calles, había aprendido a mantenerse por sus propios medios desde pequeño. Por eso no asombraba demasiado a nadie que se fuera, en este pueblo nunca había conocido más que el estudio y el trabajo. Habiendo cumplido recientemente sus 18 años decidió que ya había tenido suficiente de este pueblo y su gente. Con ese humor lleno de un optimismo enfermante, claro que este pensamiento se lo guardaba. En el pueblo se sabía que se iba a buscar a su padre.
Fernando - EY!!! Pensé que no iban a venir a decirme chau.
Mario - Y vos también mira la hora que elegís, gilastrun.
Fernando – Siempre es mejor viajar de día, para ver el paisaje.
Joel – Si bueno, para eso o para llegar de noche, sabiendo que te vas a despertar a las 8 mejor dormirte temprano vayas donde vayas.
Fernando – ¡JE! Por eso siempre me caíste bien pibe, sos de los pocos que me hablan con los pies en la tierra, en vez de desearme un buen viaje.
Mario – Vos sos otro de esos pocos, cada vez quedamos menos acá.
Fernando – Supongo, pero me imagino que no se sorprenderán con esto muchachos. Más sorprendente seria que me quede acá. No tengo casi nada en este pueblo, dolor nada más, además dicen que estas cosas se heredan.
Joel – Si, la verdad es que apostamos a que edad te ibas. Perdí por un año.
Fernando – Jajajaja!! Y bueno querido me hubieras dicho y compartíamos ganancias, no me hubiera venido mal para el viaje.
Mario – No te va a hacer falta, siempre te las arreglaste.
Fernando – Con amigos es fácil arreglarse. Ahí afuera veremos que pasa, lo único seguro es que no voy a volver a pisar este lugar.
Mario – Anda tranquilo, nosotros te cuidamos el rancho por si las dudas.
Fernando – Hmpf! Se los dejo a su cargo, también a la vieja. No les puedo pedir que la cuiden porque es incuidable, pero si le dan un pan de vez en cuando se los agradezco.
Joel – No te preocupes, nos encargamos.
Fernando – Adiós entonces, mejor partir rápido, si me quedo mucho voy a escuchar las habladurías del pueblo, y ya saben que pienso de eso. Chau
Mario – Chau
Joel – Chau
Tras abrasarse con ambos Fernando dio media vuelta y empezó a caminar hacia la puerta. Los chicos se quedaron mirando un rato, como le abrían la puerta y desaparecía cuando la cerraban. A los 10 minutos ellos seguían ahí parados en silencio, simplemente mirando la puerta, cuando corriendo llega una chica pelirroja de estatura media y unas cuantas pecas en la cara. Una compañera de curso de los chicos, también amiga de Fernando.
Anabel – ¿Donde esta?
Joel – Ya se fue, te lo perdiste.
Mario – Hubieras venido en bicicleta, si vivís en la otra punta del pueblo era seguro que corriendo no ibas a llegar.
Anabel – Podrían haberlo retenido un rato ustedes. ¿O pensaron que no iba avenir?
Joel – Que raro que no te haya esperado, ahora que me decís ni siquiera te nombro, estábamos con la cabeza en otro lado supongo.
Anabel – ¡¡¡QUE MALOS QUE SON!!!! Yo me vengo corriendo para decirle chau y ni siquiera se acuerdan de mí.
Joel – Disculpa corazón, sabes que no te lo hicimos a propósito.
Anabel – Si ya se. Igual podrían haber sido considerados.
Joel – Supongo. Vamos yendo que se nos hizo tarde.
Mario – La profesora sabia, ella me aviso. Supongo que asumiría que no iríamos a la primer hora.
Joel – ¿Ella te aviso? Pensé que te habría dicho el.
Mario – No, ella me dijo, me llamo a casa hoy a la mañana.
Anabel – A mi también me llamo ella. ¿Como sabia antes que nosotros?
Mario – Ella siempre lo quiso como un hijo a Fer. Supongo que querría que alguien fuera a despedirlo.
Ninguna casa pasaba los tres pisos, y eran pocos los aventurados que construían tan alto. Entre los edificios enanos iban caminando los tres, como tantas veces lo habían echo en sus escasos 16 años. Pero hoy no se escuchaba salir de ellos al habitual escandalete sobre el que los mercaderes acostumbraban comentar a eso de las nueve y media. Hoy no solo se habían retrasado sino que caminaban por la vereda manteniendo una conversación de poco volumen, pocas alteraciones en el tono, ninguna emoción desbordada en palabras.
Simplemente decían lo mínimo necesario que, ellos sabían, evitaba habladurías en el pueblo respecto de ellos. Ya bastante tenían con la huida de Fernando como para tirar mas leña al fuego, sino comenzarían con que ellos lo habían echado, que ellos habían planeado cosas oscuras con el y estas requerían que uno de ellos deje el pueblo, que ellos si irían yendo como el otro uno tras otro, etc. En el pueblo, toda acción publica era comentada en privado, si bien ya la población era considerable y creciendo por año, la circulación de las noticias verbales era mas veloz que las emitidas por radio o publicadas en el diario.

martes, 26 de mayo de 2009

Producciones




Cuando el sol que no brilla asoma, se encuentran refugios de penumbra ficticia. Entre trazos mal pintados y espejismos de grandeza insospechada, cinemas que muestran lo que nos falta. Talvez para alentar la esperanza de que es posible, de que es alcanzable. El cómo sé vera, se planeara talvez y de ser levado a cabo sé reinventara sobre la marcha para adaptarse a las reglas de la realidad. De no ser llevado a cabo talvez se conserve como saber, material a ser discutido. Una vez tratado en sociedad tiene una segunda chance de convertirse en real, esta vez con un terreno más amplio y una población más diversa.
En cualquier caso se convierte en terreno de producción. Una vez definido como tal, se debe explorar su espesura, averiguar para que producción es apto ese terreno y comenzar a concebir las practicas a llevarse a cabo. También se estudia donde esta situado y que efectos tendrá en los procesos aquí efectuados la relación con aquellos que lo rodea, provee y consume.
Si bien el sol oscuro es un modo de crear acción y saber, también en el discurso social naden terrenos y planes de acción ajenos a los nacidos así. Estos naces circundantes a los anteriores y no reconocen dueño real. Ahora el estudio se realiza de otra forma, se comienza por ver que terreno puede ser poblado por los productos de los procesos que le rodean. Engendrando a partir de ellos una nueva producción medianamente ajena a los procesos adyacentes.
Toda producción sea de donde sea que provenga debe concebir además del producto generado su definición en el mundo, la cual chocara con las definiciones que encuentre en todos los territorios que pueda influir con su producción y producto. Así Será pactado entre el productor y el consumidor, el nombre y características del producto como también en parte de la producción del mismo.
Así me atrevo a decir que uno solo puede llegar a producir solo la mitad o poco más de lo que sea. Soñar con concebir cada aspecto de lo producido, creo, es una falacia. Lo que puede ser posible en cierto grado es analizar que secciones de la llanura producida serán pobladas por lo ajeno al productor.
Analizando este ultimo punto se puede hacer un trabajo meticuloso en este sector e intentar orientar / llevar al consumidor que puebla. Esto conlleva un riesgo secundario, el que una vez encaminado el pueblo, este encuentre en ese camino la vía hacia otro prado. Así sea llevado o no e trabajo sobre la mente del consumista, es en esta donde se encuentra la única chance real del producto de escapar al control productor, de convertirse en producción, de negar toda definición que sobre el se haya impuesto y ser abdusido/subsumido por una nueva maquina y de recorrer campos nuevos y reproducir alguna mutación de sus efectos y cualidades en sus planicies, fauna y/o flora

viernes, 2 de enero de 2009

Economicon



Marx, En la facultad mas “reconocida” de los paises del sur americano se habla de el. Se dice de sus teorias de la fabrica, de las condiciones materiales, del obrero de la gran empresa, la maquina, el plusvalor, capital vivo y muerto, el salario con su triple funcion. Vamos a explorar algo este tema desde una perspectiva no muy formada aun, no a leido grandes textos, o por lo menos no realmente, no produjo mucho q digamos, apenas algunos parrafos, apenas algunas capturas, 4 o 5 fantasmitas, oceanos de nada y paredes azules escritas con jugo de limon.
El hombre “produce”, buen comienzo, el ser humano toma 4 elementos pequeños y los ata entre si cosiendo sus partes para formar la herramienta. Con esta herramienta corta, tuerce y masacra los elementos no vivos. Con el crecimiento en la variedad de herramientas el hombre se reproduce con mayor comodidad, sin embargo estas herramientas acarrean consigo un cancer. Esta enfermedad se mantiene latente, y mientras nadie habra la boca y nada se sepa de las capacidades de las herramientas, de sus cualidades y demas enunciados, la vida continua tranquila para el hombre.
En el momento en el q se comienza a hablar sobre estas herramientas y sus capacidades y cualidades, tambien se comienza a hablar de su dueño. Según El caballero Marx resumido por la Facultad de Buenos Aires, existen tres tipos de propiedad, la de la comunidad, la clasica, y la moderna. La primera es de la masa humana q en su escaso numero aun no enuncia demasiado sobre las herramientas, y ningun ser reclama poder sobre la misma por sobre otro ser, esa herramienta parece un medio de vida, y la aldea sabe q ellos no son uno, q son la masa q vive solo en su multiple territorio humano productivo. El cuerpo aldea caza, cultiva, se alimenta, defeca, respira, crece, y lucha. Sabe q sobrevivira si las heramientas generadas por su capacidad productiva son suyas, pero de nadie mas, nigun componente puede reclamar propiedad sobre las herramientas de la aldea.
La segunda se situo en la epoca griega, en la q las herramientas ya tienen dueños q no solo hablan de sus herramientas, tambien saben sobre ellas, saben muchas cosas. Saben desde sus utilidades hasta q manos deben tocar. Sin embargo en esta epoca la propiedad es demasiado grande ya q según cuentan los libros esta sociedad antigua en la q saberes se generaban desde el primer rayo de sol hasta el ultimo rayo de luna poseian una herramienta mas funcional q la echa para cortar o agujerear, la herramienta viva. La herramienta viva podriamos decir es una forma de vida relativamente parecida a su dueña, la cual es mantenida viva por las acciones de la parte dueña mientras esta continue siendo funcional para los deseos de dicha parte. El esclavo vive trabajando, su herramientalidad se dicta en grandes palabras q parecen tener el peso de mil lanzas sobre la nariz del afectado.
La tercera se da cuando la herramienta viva comienza a enunciar, esta habla de su heramientalidad y a traves de los años comienza a enunciar en el mismo espacio q la parte dueña enuncia. Por leves intervalos la herramienta viva pacta con la parte dueña una recompeza material a cambio de su funcion herramiental. Con esta recompenza material la herramienta ahorra, compra, se reproduce, y crea espacios en su tiempo en los q no deba pertenecer a ningun dueño. Pero entre todos los enunciados q la herramienta, como el dueño, han generado los saberes sigen pesando lo mismo, y talves aun mas. El hombre a aprendido, el hombre posee y ninguna excusa puede anteponerse a la ley de la propiedad. No importa q puedas hablar, gritar o patalear, mientras seas mio, haces lo q yo diga.. La herramienta ya posee, y con el tiempo comienza a acumular poseciones, pero cuenta con saberes distintos a los q requiere ser dueño. Un nuevo dueño nace, y habiendo este aprendido en sus infancia de las palabras de su padre q la acumulacion se logra con el trabajo, esta comprende q para acumular mas propiedades, debe acumular mas espacios productivos. Mientras la antigua dueña solo se preocupa por acumular pocos espacios muy productivos, extensos, pero con su productividad limitada a lo establecido por el protocolo, la nueva propietaria comienza de a poco, no puede controlar extensos territorios productivos, por lo tanto solo puede acceder a la propiedad “corporativa”, esta es la segunda propiedad q entra en la tercer categoria de propiedad. En pequeñas edificaciones un dueño posee un numero de herramientas muertas, y este sabe q las herramientas vivas si bien generan por si mismas venden su fuerza productiva por una compensacion material. El nuevo dueño ya posee las herramientas muertas y por determinado tiempo las herramientas vivas para operar las muertas, a cambio de la compensacion monetaria, el dueño compra tambien la propiedad absoluta e irrefutable sobre lo producido, como siempre han hecho los dueños de sus herramientas.
Estas tres propiedades contemplan cuatro momentos muy distintos de los estadios de los enunciados, las herramientas y las relaciones entre los cuerpos. Desde la era en la q la propiedad no se enunciaba hasta una epoca en la q la propiedad organiza la vida del hombre.