
Larrea - ¿Siempre pensás tanto en la reputación que tenés?
Joel – Es algo bastante importante, si vos sabes que la gente tiene cierta imagen de vos sabes que puede estar de tu lado en determinadas situaciones.
Larrea – Asique sos vos el estratega
Mario – Es terrible este, todo tiene que tener una utilidad o una razón de ser para el, sino no se mueve.
Joel – Prefiero ser así y no como vos que te movés solamente cuando hay comida involucrada o cuando podes faltar al colegio.
Larrea – Me parecía que era temprano para ver gente tan joven dando vueltas. ¿Faltaron por algún motivo en especial?
Joel – Fernando dejó el pueblo hoy.
Larrea – No me digas. Duró menos que el padre, ese es un linaje de curiosos, tanto el padre como el hijo, una ves que encontraban algo que les interesaba no paraban hasta saber todo al respecto. El abuelo de Fernando era igual, iba al colegio conmigo, también dejo el pueblo, tenia creo que veintiocho años cuando se fue, dejando a su mujer y su hijo de cuatro años.
Mario – Parece que no se escapa de la herencia, como decíamos hoy.
Joel – Anda preparándote para pasarte tus días en el puesto de diarios entonces.
Mario – Ja ja, muy gracioso lo tuyo. Preparáte para pasarte la vida cortando madera entonces.
Larrea – ¿Les molesta el linaje que heredaron?
Mario – No, supongo que no es tan grave, en el peor de los casos se que voy a tener trabajo asegurado si me toca heredar.
Joel - ¿Y porque no te tocaría heredar?
Mario – Muchas razones, uno puede simplemente elegir trabajar de otra cosa. Como tu hermano que no lo veo muy carpintero que digamos.
Joel – Se. ¿Por qué será que el no heredo ese lado?
Larrea - ¿Qué hace tu hermano?
Joel – Quiere ser maestro de karate, se mata entrenando a la mañana y trabajando de mozo a la tarde.
Larrea – Apuesta difícil para este pueblo la del karate, acá la mayoría apenas tiene ganas de trabajar menos de entrenarse.
Joel – Si, yo le digo que va a ser mozo toda la vida, pero dice que no le importa, mientras pueda hacer lo suyo parece que no le molesta trabajar de otra cosa.
Mario – Vive en las nubes tu hermano, para vivir con lo que se gana de mozo en este pueblo va a tener que pasarse todo el día trabajando, o vivir con sus viejos el resto de su vida.
Joel –Y de última te ahorra el geriátrico cuando haya que mandarlos.
Larrea – ¿Hasta tu familia la pensás como estrategia?
Joel – Un poco, uno tiene que ser consciente de los elementos que tiene a su favor si quiere que le vaya bien. Como dice Sun Tzu, sopesa la situación antes de efectuar movimiento alguno.
Larrea – Ya me imaginaba que ese libro te habría gustado. ¿El Tao lo leíste?
Joel – No.
Larrea – Lo debo tener por acá en esta biblioteca, a ver.
Acto seguido, Don Larrea deja su asiento y su plato sorprendentemente vacio tras tan poco tiempo y se dirige a la biblioteca. Tras ojearla unos segundos saca un pequeño libro corroído por los años, y vuelve a la mesa.
Larrea – Toma, te lo presto. Traémelo cuando lo termines.
Joel – ¿Envuelto en papel madera?
Larrea – Esa es una costumbre que podes adoptar si querés, un modal distinto digámosle.
Mario – Eso no se si califica como un modal.
Larrea - ¿Por qué no? ¿Qué es un modal para vos?
Mario - Y, una forma amable de relacionarse con la gente digamos.
Larrea – Osea que para ser modal, necesita si o si que haya dos personas implicadas.
Mario – Claro, uno no puede ser educado con la nada.
Joel – En la mayoría de los modales puede ser, pero hay excepciones.
Mario – Vos siempre poniéndome un palo en la rueda. ¿Qué excepciones se te ocurren a ver?
Joel – Y por ejemplo tu modal de anunciarte cuando llegamos acá, si don Larrea no estaba estarías siendo educado con la nada.
Mario – Y pero no tenia forma de saber si estaba o no, se llama ser precavido.
Joel – Sigue siendo un modal hacia la nada. Estas siendo educado con nadie en ese caso.
Mario – Bueeeeeeno, está bien, si te deja contento estaría siendo educado con la nada, pero no es lo que pasó.
Joel – Si existe la posibilidad de que tu definición sea incorrecta, es incorrecta.
Mario – Siempre blanco o negro vos, no me tiras un gris ni que te maten.
Joel – El gris es indefinido, pero claro me olvidaba que vos sos un indefinido. María lo probó.
Mario – Calláte gil, Siempre bardeando vos, no se puede tener una conversación tranquila que ya empezás a discutir al pedo.
Joel – No es al pedo, discuto lo que no me parece.
Mario – Y justamente todo lo que digo no te parece.
Joel – No todo, pero soles tirar definiciones de cosas sin fijarte antes que tan acertadas son. Yo simplemente te muestro los puntos que no viste, que justo suelen ser los que prueban que esta mal tu definición.
Larrea – Entonces díganme ya que están definidores. ¿Como calificarían el envolver cosas en papel madera?
Mario – Yo diría una costumbre, algo que una persona hace mas allá de la relación entre lo que hace y los demás.
Larrea – Pero estamos hablando de algo que se hace justamente por la relación con los demás, mas allá de que no sea una relación directa.
Mario – Entonces una costumbre que nació de la relación social.
Larrea – Casi, pero tampoco. La costumbre nació para afectar a la sociedad.
Joel – Yo no se si diría para afectar a la sociedad, porque sigue siendo una relación entre dos personas, una que no implica contacto entre las partes que se relacionan.