jueves, 13 de octubre de 2011

Maftasan, Cap 9




Joel – Acción reactiva, esa es una buena definición. Es como estar programado.
Mario – Como lo que decías de disciplinar la panza.
Larrea – ¿Disciplinar la panza?
Joel – Si, veníamos hablando de los horarios de comer, porque a este le da hambre a la hora que comemos todos los días en el colegio, decía que le disciplinaron la el hambre.
Mario – Yo digo que la panza se adapta a los horarios que maneja y se genera hambre.
Larrea – Como por acostumbramiento decís.
Mario – Claro.
Joel – Pero si vos no elegís a que acostumbrar la panza no te estas adaptando, te están adaptando los que eligen a que hora comes.
Mario – Bueno mi panza se adapta a los horarios que me dan para comer.
Joel – Por eso, si yo puedo manejar tus horarios te puedo acostumbrar a los que yo quiera. Si mañana por ejemplo ponen un cartel en el colegio diciendo que es obligatorio que los alumnos digan salud cuando escuchan a otro estornudar, vos te vas a adaptar a eso, y vas a terminar diciendo salud adentro y afuera del colegio.
Mario – Bueno, así nos educan.
Larrea – Bien, llegaron a la base de la formación del ser humano en sociedad.
Joel – ¿Porque formación en ves de educación?
Larrea – ¿Hay mucha diferencia?
Joel – Y si, la educación nos la dan, nos la imparten, podríamos decir, la formación es la suma de eso y las experiencias y meditaciones personales.
Larrea – Vos ves formación en el sentido general. Esta bien, definámoslo así, según esa visión no tenemos ningún control sobre la educación que recibimos.
Joel – Y sobre concretamente que información nos dan es muy escaso el control que uno puede tener, podemos ejercer control desde como lo aprendemos, como lo asimilamos.
Mario – No se si del todo tampoco, uno no elige o controla si tiene buena o mala memoria, si te aprendes mas fácil la historia del pueblo que las raíces cuadradas es porque tenés facilidad para aprender eso.
Joel – Puede ser, pero eso de algún lado sale, esa predisposición a aprender con facilidad algunas cosas.
Larrea – Ahora se puso bien interesante. ¿De donde salen las predisposiciones básicas de la gente?
Joel – ¿De los genes?
Mario – A eso súmale la niñez, uno aprende cosas en la niñez que después no se acuerda. Y ahí aprendes a moverte en el mundo.
Larrea – Es un buen comienzo esa combinación.
Joel – ¿Entonces podes criar un carpintero enseñándole en la infancia a jugar a armar casitas y muebles?
Mario – En teoría si.
Joel – Me parece muy simple. Más allá de que estemos dejando un poco de lado los genes, así uno puede criar a su hijo para que sea lo que uno quiere, sin embargo el mundo es distinto. Los hijos muchas veces no hacen lo mismo que los padres, o no tienen las mismas habilidades.
Mario – Yo dije como funciona no que todos sepan como hacerlo funcionar, o que entiendan que funciona así.
Joel – ¿Pero no seria natural que un padre quiera que sus hijos sigan sus pasos? ¿Qué busquen la manera de hacerles entender porque esta bueno vivir de esa manera?
Mario – Puede ser, pero también eso se cruza con otro pensamiento. “Que mis hijos no sufran lo que yo sufrí”. Entonces crean una niñez distinta a la que los hizo lo que son.
Joel – Vos decís que uno tiene que recrear su propia niñez en su hijo para que el hijo salga como uno.
Mario – Me parece una teoría solida.

viernes, 1 de abril de 2011

Maftasan, Cap 8



Larrea – A ver. ¿Cómo es eso?
Joel – Claro, esa costumbre apunta a crear un interés, una curiosidad, como dijo usted. Pero no obligatoriamente busca que le pregunten que lleva en el paquete, ahí crea una relación entre el que lleva el paquete y el observador. Tampoco importa realmente quien es el observador, casi se podría decir que busca generar una situación social general, cosa no tan difícil en un pueblo con una comunidad chismosa como la que tenemos acá.
Larrea – Jajajaja, que buen análisis hiciste de la situación pibe. Pero no me lo definiste todavía, me dijiste las cualidades del acto en si nada más.
Joel – No siempre es útil definir inmediatamente las cosas, de hecho es muy probable que uno se equivoque si hace eso.
Larrea – Uno que te define enseguida y otro que se niega a definir hasta que tiene toda la información, son un dúo peligroso ustedes dos.
Mario – Y será por eso que nos la pasamos discutiendo.
Joel – Tal ves, pero esto del papel, puede que este bien definirlo como costumbre y no como modal, pero es una línea muy delgada. Las dos son formas de actuar que implican dos personas, ninguna de las dos busca obligatoriamente una respuesta o una reacción y las dos sirven solamente en una relación social. Porque convengamos que si nadie ve que el libro esta en papel madera el efecto es nulo, por eso si uno envuelve un libro esta casi obligado a llevarlo en la mano.
Larrea – Esta bien, ahí encontraste otra condición de la costumbre. Es cierto eso que decís, si nadie lo ve no sirve, al igual que si un modal no tiene receptor no sirve. Pero una costumbre no es algo que obligatoriamente necesite ser visto.
Mario – Pero termina siendo visto igual, lo que uno haga en su tiempo de alguna forma se termina viendo en sus relaciones.
Joel – Depende que costumbres, si yo me lavo las manos después de ir al baño no creo que se vea en mis relaciones, es algo que elijo hacer mas allá de mi relación con otros.
Mario – No bueno, si se ve, la gente que sabe que fuiste al baño ve que tardas mas en el baño ponéle. No se te ve a vos lavándote las manos, pero ven el resultado.
Joel – Si, pero no el acto. Lo que tienen los modales es que se ve tu acción.
Mario – Bueno esta bien, pero se ve que no tenés las manos sucias.
Joel – Bueno, se ven los resultados de las costumbres, aunque puede pasar que no se vea también. No todo el mundo observa detalles como que tan limpias tenés las manos.
Larrea – Oséa que no es obligatorio que se vean los resultados de las costumbres, pero. ¿Es obligatorio que se vean las acciones de los modales?
Joel – No se si obligatorio, porque existe la posibilidad de que no sean vistos, pero es una acción que apunta a que la vean.
Mario - ¿Decís que la gente es educada porque quiere que la vean?
Joel – Y puede ser, si vos gritas y aplaudís cuando llegas es porque querés que te vean.
Mario – Si pero no siempre es así, a veces te van a ver de todas maneras seas educado o no.
Joel – Ahí es cien porciento modal.
Larrea – Estaba pensando a todo esto ¿Por qué un modal no es una costumbre?
Joel – Y, porque, un modal es para dar una imagen ante otra persona, una costumbre va mas allá de otras personas.
Larrea – Esta bien, pero eso es mas una condición que una razón de ser o un objetivo de la acción. Ambas son acciones que uno elige reproducir o no. Ambas se originan en tu formación personal, porque mas allá de que te quieran educar elegís si lo haces o no. Oséa que ninguna de las dos es una reacción a algo externo, son acciones las dos, pero creo que costumbre abarca muchas cosas, entre ellas los modales.
Mario – Tienen cosas en común si, pero hay modales que son reacciones, como decir salud cuando alguien estornuda, o cosas así.
Larrea – No todo el mundo dice salud cuando alguien estornuda.
Mario – Igual, sin la acción estornudo no hay razón para decir salud.
Larrea – Esta bien, pero sigue siendo una acción, acción reactiva podes decirle si querés, por qué nace de una formación tuya. Todas las acciones dependen de un entorno que da la posibilidad para que se den.

lunes, 10 de enero de 2011

Maftasan, Cap 7




Larrea - ¿Siempre pensás tanto en la reputación que tenés?
Joel – Es algo bastante importante, si vos sabes que la gente tiene cierta imagen de vos sabes que puede estar de tu lado en determinadas situaciones.
Larrea – Asique sos vos el estratega
Mario – Es terrible este, todo tiene que tener una utilidad o una razón de ser para el, sino no se mueve.
Joel – Prefiero ser así y no como vos que te movés solamente cuando hay comida involucrada o cuando podes faltar al colegio.
Larrea – Me parecía que era temprano para ver gente tan joven dando vueltas. ¿Faltaron por algún motivo en especial?
Joel – Fernando dejó el pueblo hoy.
Larrea – No me digas. Duró menos que el padre, ese es un linaje de curiosos, tanto el padre como el hijo, una ves que encontraban algo que les interesaba no paraban hasta saber todo al respecto. El abuelo de Fernando era igual, iba al colegio conmigo, también dejo el pueblo, tenia creo que veintiocho años cuando se fue, dejando a su mujer y su hijo de cuatro años.
Mario – Parece que no se escapa de la herencia, como decíamos hoy.
Joel – Anda preparándote para pasarte tus días en el puesto de diarios entonces.
Mario – Ja ja, muy gracioso lo tuyo. Preparáte para pasarte la vida cortando madera entonces.
Larrea – ¿Les molesta el linaje que heredaron?
Mario – No, supongo que no es tan grave, en el peor de los casos se que voy a tener trabajo asegurado si me toca heredar.
Joel - ¿Y porque no te tocaría heredar?
Mario – Muchas razones, uno puede simplemente elegir trabajar de otra cosa. Como tu hermano que no lo veo muy carpintero que digamos.
Joel – Se. ¿Por qué será que el no heredo ese lado?
Larrea - ¿Qué hace tu hermano?
Joel – Quiere ser maestro de karate, se mata entrenando a la mañana y trabajando de mozo a la tarde.
Larrea – Apuesta difícil para este pueblo la del karate, acá la mayoría apenas tiene ganas de trabajar menos de entrenarse.
Joel – Si, yo le digo que va a ser mozo toda la vida, pero dice que no le importa, mientras pueda hacer lo suyo parece que no le molesta trabajar de otra cosa.
Mario – Vive en las nubes tu hermano, para vivir con lo que se gana de mozo en este pueblo va a tener que pasarse todo el día trabajando, o vivir con sus viejos el resto de su vida.
Joel –Y de última te ahorra el geriátrico cuando haya que mandarlos.
Larrea – ¿Hasta tu familia la pensás como estrategia?
Joel – Un poco, uno tiene que ser consciente de los elementos que tiene a su favor si quiere que le vaya bien. Como dice Sun Tzu, sopesa la situación antes de efectuar movimiento alguno.
Larrea – Ya me imaginaba que ese libro te habría gustado. ¿El Tao lo leíste?
Joel – No.
Larrea – Lo debo tener por acá en esta biblioteca, a ver.
Acto seguido, Don Larrea deja su asiento y su plato sorprendentemente vacio tras tan poco tiempo y se dirige a la biblioteca. Tras ojearla unos segundos saca un pequeño libro corroído por los años, y vuelve a la mesa.
Larrea – Toma, te lo presto. Traémelo cuando lo termines.
Joel – ¿Envuelto en papel madera?
Larrea – Esa es una costumbre que podes adoptar si querés, un modal distinto digámosle.
Mario – Eso no se si califica como un modal.
Larrea - ¿Por qué no? ¿Qué es un modal para vos?
Mario - Y, una forma amable de relacionarse con la gente digamos.
Larrea – Osea que para ser modal, necesita si o si que haya dos personas implicadas.
Mario – Claro, uno no puede ser educado con la nada.
Joel – En la mayoría de los modales puede ser, pero hay excepciones.
Mario – Vos siempre poniéndome un palo en la rueda. ¿Qué excepciones se te ocurren a ver?
Joel – Y por ejemplo tu modal de anunciarte cuando llegamos acá, si don Larrea no estaba estarías siendo educado con la nada.
Mario – Y pero no tenia forma de saber si estaba o no, se llama ser precavido.
Joel – Sigue siendo un modal hacia la nada. Estas siendo educado con nadie en ese caso.
Mario – Bueeeeeeno, está bien, si te deja contento estaría siendo educado con la nada, pero no es lo que pasó.
Joel – Si existe la posibilidad de que tu definición sea incorrecta, es incorrecta.
Mario – Siempre blanco o negro vos, no me tiras un gris ni que te maten.
Joel – El gris es indefinido, pero claro me olvidaba que vos sos un indefinido. María lo probó.
Mario – Calláte gil, Siempre bardeando vos, no se puede tener una conversación tranquila que ya empezás a discutir al pedo.
Joel – No es al pedo, discuto lo que no me parece.
Mario – Y justamente todo lo que digo no te parece.
Joel – No todo, pero soles tirar definiciones de cosas sin fijarte antes que tan acertadas son. Yo simplemente te muestro los puntos que no viste, que justo suelen ser los que prueban que esta mal tu definición.
Larrea – Entonces díganme ya que están definidores. ¿Como calificarían el envolver cosas en papel madera?
Mario – Yo diría una costumbre, algo que una persona hace mas allá de la relación entre lo que hace y los demás.
Larrea – Pero estamos hablando de algo que se hace justamente por la relación con los demás, mas allá de que no sea una relación directa.
Mario – Entonces una costumbre que nació de la relación social.
Larrea – Casi, pero tampoco. La costumbre nació para afectar a la sociedad.
Joel – Yo no se si diría para afectar a la sociedad, porque sigue siendo una relación entre dos personas, una que no implica contacto entre las partes que se relacionan.